Análisis completo
Con la
serie recién acabada, me dispongo a redactar este análisis general de lo que ha
sido una de las mejores series de la historia, un asesino psicópata que nos
caía bien y nos enganchaba con su gran argumento en las primeras temporadas.
Empecemos desde el principio.

Un gran capítulo piloto que ya nos
mostraba aquel Dexter Morgan (Michael C. Hall), un forense de salpicaduras de
sangre en Miami y también vivía una mentira, una vida de asesino. El código de
Harry (James Remar) le dictaba qué hacer, además le acompaña en casi todos sus
capítulos haciendo apariciones, aunque está muerto, su padre adoptivo le enseñó
a calmar y aprovechar lo que le acompaña siempre en su cabeza, el pasajero
oscuro. Sigue un ritual para matar a quien lo merece, lo pone en una mesa
rodeado de plástico, guarda una muestra de la sangre de la víctima como si de
un trofeo se tratase. Y luego lo remata con diferentes herramientas y cuchillos
que siempre lleva consigo. Todo esto en un sitio todo plastificado para no
dejar ni rastro, además de todo lleno de fotos de la gente que ha asesinado
como tortura psicológica.

También
Dexter tiene una novia, Rita (Julie Benz), que es madre de dos hijos, Astor y
Cody.
El
argumento de la primera temporada entorna al asesino del camión del hielo, un
asesino que se dedica a descuartizar a sus víctimas y extraerles la sangre de
su cuerpo y va dejando pistas al propio Dexter. Con el Ice Truck Killer nos
encontramos a uno de los mejores asesinos de la historia de las series.

Al final se descubre que el asesino es Ruddy Copper (Christian Camargo), el novio que se echa Deb, pero tendrá más, porque en verdad es el hermano biológico de Dexter, Brian Moser, que también es un asesino en serie como él. Concluye con su muerte, que ha hecho que parezca un suicidio, pero Doakes no lo cree, y es cuando empieza a seguir a Dexter sin escrúpulos, que es como empieza la segunda temporada, además de que al asesino que se investiga en esta temporada es él mismo, Bay Harbor Butcher, el carnicero de la bahía. Esta temporada es más floja que la primera, pero no por lo de el carnicero de la bahía, que es buenísimo, y se meten nuevos personajes como Frank Lundy (Keith Carradine) que sube el nivel de esta temporada. Lo que falla aquí es que Rita cree que es drogadicto y va a terapia (escenas bastante aburridas), y allí también conoce a una pirómana, Lila West (Jaime Murray) que se obsesiona con él, pero acaban mal las cosas, muy mal. Doakes sigue indagando… Al final Dexter lo pilla, y lo encierra, y no sabe qué hacer con él porque ahora sabe su secreto, y no puede matarle porque no sigue el código de Harry, pero ahí está Lila para liarla un rato y acabar con Doakes. Con esto, Lila decide irse a París, pero el código de Harry también llega hasta allí, y así finaliza una estupenda temporada.
La
tercera temporada comienza con el asesinato de Dexter a Freebo en defensa
propia, era un traficante de drogas al que pilla in fraganti cuando Dexter
investigaba una casa, a quien, se hace muy amigo con el hermano de Freebo,
Miguel Prado (Jason Manuel Olazabal) aunque él no sabe que lo mató Dexter, y
que además es el fiscal del distrito y ex-novio de LaGuerta. Miguel lo
descubre más tarde. A la misma vez se introduce un nuevo personaje, un nuevo
policía Joey Quinn (Desmond Harrington) y el confidente de éste, Anton Briggs
(David Ramsey) que también inicia una relación con Deb. Pero Quinn no parece
del todo legal y se lleva trapicheos entre manos. Intentan dar caza al nuevo
asesino, al Despellejador.
Miguel
ahora quiere matar con Dexter, pero a él no le gusta la idea, ya que Prado quiere
asesinar por motivos personales, lo que desencadena que Miguel acabe
entre los plásticos de Dexter. Pero Miguel había contratado al Despellajador
para que acabara con él, con que Dexter se encuentra con el Despellajador y lo
lleva a la mesa. Finalizando esta temporada con la boda de Dexter y Rita. Esta
temporada está al nivel de la segunda aunque bajando un poco, con sus cambios
de argumento, pero seguía enganchando. Pero no os preocupéis, lo mejor de la
serie viene a continuación y todos los que estáis leyendo esto lo sabéis.
La cuarta
temporada, sin duda, la mejor de la serie. La verdad es que no quiero resumir
ni decir nada de esta temporada, aunque supongo que la habréis visto, pero es
que no tengo palabras, simplemente voy a decir que nos encontramos al mayor
asesino de la historia de las series, Trinity (John Lithgow). Una joven muerta
en la bañera, una madre de dos hijos lanzada al vacío y un padre dos niños
apaleado hasta la muerte ¿Qué relación guardan estas tres muertes?.
Dexter ya
tiene su primer hijo biológico, Harrison. Vuelve Frank Lundy a investigar estos
tres asesinatos ya que ocurrieron hace 30 años en el mismo orden y él lo
investigó y le puso ese nombre, Trinity.
Ocurre un
incidente inesperado y que te deja sin aliento. Matan por sorpresa a Lundy
mientras abrazaba a Deb ¿Habrá sido Trinity para que no siguieran la
investigación?
Dexter
empieza a investigar y se hace amigo de Trinity, se llama Arthur Mitchell en
realidad y trabaja en construcciones caritativas y es padre de familia. Dexter
descubre más tarde que Trinity hace estos asesinatos porque Arthur cuando tenía
10 años al entrar al baño su hermana se asustó porque él no se dio
cuenta, y su hermana se estaba duchando provocando una gran tragedia donde se
rompió la arteria femoral acabando con la muerte de la hermana, esto provocó el
suicidio de su madre y la posterior muerte de su padre. Al final Arthur
descubre quién es Dexter. Y a la vez, descubre Deb quién mató a Lundy, fue
Hill, la novia de Quinn, que es hija de Trinity y quería ayudarle. Esta no es
perdonada y se suicida delante de Debra.

Esta excelente
temporada termina con el culmen final cuando Dexter llega a casa creyendo estar
solo porque su mujer y sus hijos se han ido de vacaciones. Dexter llama a Rita
para ver qué tal está, pero suena ahí en su casa, y piensa que se lo ha dejado,
pero a la misma vez Harrison empieza a llorar. Cuando entra al baño se
encuentra al bebé en un charco de sangre y Rita muerta en la bañera...
Dexter
intentaba ser un buen novio, un buen hermano, un buen investigador, pero él era
un asesino, aunque cada vez, sin darnos cuenta, se iba convirtiendo en más
humano. Y ocurre la mayor desgracia que él más temía, pierde a lo que más
quiere, y además dejando a su hijo envuelto en sangre, igual que él. Este
momento es la cumbre de la serie.
No tengo
nada más que decir.

La sexta
temporada fue un desastre, ni la voy a comentar, sólo el final, que Debra pilla
a Dexter matando al asesino de esta temporada, Travis Marshall (Colin Hanks).


Isaak
Sirko, que en paz descanse en la serie, muy desaprovechado, ya que es un
personaje muy profundo y que podía haber dado más de sí en la serie.
Al final
LaGuerta descubre que Dexter es el carnicero de bahía, pero a la misma vez
llega Debra y mata a LaGuerta para salvar a su hermano.
¿En qué
se ha convertido Dexter? Todos teníamos esperanzas de que esta temporada fuera
a mejor y tuviera un final épico a nivel de Trinity. Pero a partir del tercer,
cuarto capítulo empezamos a ver cómo cae de nuevo la serie. La humanización del
personaje de Dexter, que la mayoría de veces ya no sentía el matar, abandonando
su pasajero oscuro, como por ejemplo, el final de temporada cuando Dexter deja
que Debra detenga a Saxon en vez de matarlo él mismo y acabar con todo. El
fallo está en los rellenos de estas últimas temporadas para cubrir lo que ya no
hace Dexter semanalmente, sino los personajes estúpidos y sin sentido con
escenas absurdas. Temas como la hija de Masuka, Quinn en general en las últimas
temporadas, la ausencia de Batista y, sobre todo, el desaprovechamiento de
personajes como Isaak Sirko en la séptima temporada o de la Dra. Vogel en esta
temporada, que son personajes muy grandes pero que se han desaprovechado.

Saxon
finalmente se carga a su madre y Dexter decide darle caza, pero antes de
matarlo deja que Debra lo detenga, pero consigue escaparse y Saxon dispara a
Debra justo antes de que Dexter fuera a subir al avión para irse a Argentina,
entonces él vuelve, dejando ir a Harrison y Hannah a Argentina. Decisión
bastante estúpida por el guionista y sin sentido, ya que Dexter se aleja de su
hijo dejandolo con otra asesina en serie. Finalmente, detienen a Saxon cuando
iba a asesinar a Debra en el hospital. Dexter consigue matar en "defensa
propia" a Saxon, que justo Debra ha entrado en estado crítico y por falta
de oxígeno en el cerebro se queda en estado vegetativo. Tras esto, Dexter
desconecta a Debra de la máquina, asesinándola en un acto de aprecio y amor
hacia ella humanizándose del todo Dexter. La serie termina con que Dexter tira
a su hermana al agua y desaparece en la tormenta, dándolo la gente por muerto,
pero en verdad está castigado el resto de su vida alejado de las personas que
quiere, su propia condena, algo por iniciativa propia, sin oscuro pasajero.

Y así,
termina una de las mejores series de la historia, aunque sus últimas temporadas
no hayan sido nada destacables, tenemos cuatro grandes temporadas, destacando
la primera de Brian Moser y la cuarta de Trinity. Pero la cuarta temporada
tenía que haber sido el comienzo de un final por todo lo alto, donde Debra
fuera tras él y se enfrentase a la mentira que se ha estado tragando toda su
vida. Pero se decidió alargar un producto ya acabado echando a perder todos sus
grandes momentos y no haber dejado la serie por todo lo alto, eclipsada en los
Emmys 2013 por Breaking Bad que ha hecho que el mundo se pare, que aparte de
todos los premios que se llevó, todo el mundo pensaba en el capítulo 5x15 que
se emitía a esa misma hora, al igual que el capítulo final de Dexter del que no
se mencionó ni una sola vez. Ya que el sabor ha sido bastante amargo durante
estas últimas temporadas, terminando la serie por la puerta de atrás con un
sabor amargo.
Todo esto
no sería posible sin el gran papel tremendo y único de Michael C Hall, que la
serie es suya y solo suya. Y el papel de Jennifer Carpenter es muy destacable,
sobre todo avanzadas las temporadas, ya que nos transmite grandes emociones. A
destacar también el intro de los créditos iniciales, uno de los mejores que se hicieron
jamás, acompañada de una banda sonora
muy bien terminada que suena a lo largo de toda la serie.
Siempre
es una pena despedirse de grandes series después de ocho años, pero todo lo que
comienza, acaba, y debería de haber acabado antes.
Siempre
recordaremos tu mirada asesina, tu voz en off, el oscuro pasajero, las
habitaciones plastificadas...
Por Chus HardRock
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