Capítulo que dirige Jeremy Podeswa, un seguro de calidad en series de renombre, y no es para menos. Con un comienzo espectacular, los minutos se hacen intensos, aunque irregulares, y volvemos a los orígenes de la serie, con glamour, grandes decisiones, personajes al límite y traumas que solventar entre cabarets, alcohol, brillos y gángsters.
Lo que vienen a decirnos en este corte es que se va acabando la temporada y tenemos que ir colocando los soldaditos para la batalla. Las negociaciones, acuerdos, engranajes y pactos ya se han ido realizando con toda la parsimonia posible, por lo que ya sólo queda la acción. Por eso aparece de nuevo Torrio, calmando y siendo revolucionado por Capone. Por eso vemos de nuevo a Rothstein, bajo la estrategia de un nuevo personaje, aliándose con Margaret. Por eso nos presentan al nuevo gran personaje: J. Edgar Hoover, que encarnará el antagonismo prohibicionista. Por eso la relación fraternal entre los Thompson vuelve a ser la que era. Por eso Luciano vuelve al redil y es encomendado para otra trama bien sucia. Y por eso Chalky y el Dr. Narcisse se enfrentan poco a poco, revelando un trauma familiar, sexual e infantil en la figura de su bailarina.
El capítulo no es fácil de catalogar, pues parece un inventario, recordando quién es cada uno y qué papel jugará de aquí en adelante. Sin embargo, los grandes personajes están sobre el tapete y, muy probablemente, veremos un final de temporada legendario, al igual que toda la serie hasta ahora. Los duelos, los pactos secretos y la figura del FBI como punto fuerte de nuevo hace temblar la mirada de los que asistimos al crimen mejor organizado y más atractivo de los últimos tiempos. Tal vez genere polémica con este comentario, pero no creo que ninguna serie haya estado a la altura de esta magnífica producción mientras que ésta está siendo emitida, y es que ya son cuatro temporadas rozando la maravilla visual, el ingenio interpretativo y el fructífero desarrollo de un guión impecable.
Atentos que llega el final de temporada, no os perdáis la guerra de todos contra todos. Hagamos quinielas: ¿A quién perderemos de los grandes en estos capítulos finales? ¿Torrio? ¿Luciano? ¿Mayer? ¿Eli? ¿Margaret? ¿Rothstein?
Por Javier Moreno
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