FINAL
Breaking
Bad acaba de llegar a su fin. Posiblemente sean las palabras más tristes que
vamos a oír en los últimos años sobre una serie. Aún no nos podemos creer que
ya haya terminado, cuesta asimilarlo, después de tantos años, de todo lo que ha
sucedido y pasa. Deja con un vacío en el interior a todo seguidor. Además de
terminar por la puerta grande, te deja hecho una mierda, y perdonen la
expresión.
Una
sensación de alegría y tristeza a la vez, feliz porque nos dejaron sorprendidos
a cada momento transmitiendo emociones infinitas, y triste porque ya nunca más
volveremos a ver a ninguno de ellos juntos contando otra historia más dejando
un gran sabor amargo. Gracias al maestro Vince Gilligan y todo el equipo de
actores, directores, guionistas y productores por hacer una serie tan grande
que colma la perfección.
Si
la primera tanda de la quinta temporada mostraba al Heisenberg más duro, sin
ningún escrúpulo donde él era el mejor y el único, pues en estos ocho últimos
capítulos no nos muestra al Heisenberg de la primera parte, si no apagándose
poco a poco y llegando a lo que él es, Walter White.
“Sólo
llévame a casa” Así comienza el último capítulo. Recitando esas palabras de que
todo se va a acabar y que se encamina hacia la muerte. “Mejor morir que vivir
sin libertad”, eso indica la matrícula del coche robado, lo que da a entender
que preferiría morir antes de que lo cogiera la policía.
La
primera parte del capítulo vemos cómo va tomando el control de todo para llevar
a cabo su venganza y dar de alguna manera el dinero a su familia. De manera
ingeniosa se adentra en la casa de Elliot y Gretchen, sus antiguos compañeros,
a los que vimos de vuelta en el anterior capítulo donde critican a Heisenberg,
y le dan una patada a Walter White aunque él fuera uno de los inicios de la
empresa que los ha hecho ricos y que ellos sean la culpa de que Walter tuviera
que hacer todo esto.
Su
jugada, digna de elogio, nos deja muertos cuando les lleva todo el dinero para
que se lo vayan entregando a su familia para los estudios y que en el futuro
vivan bien, para ello se asegura de amenazarles con unos francotiradores que
les seguirán a todas partes. Luego resulta que era una estrategia para meter
miedo gracias a la ayuda de los antiguos amigos de Jesse, (gran última
aparición) que además le comunican que la meta azul se sigue fabricando y ellos
creían que seguía cocinándola él. Ahí Walter se da cuenta de que Jack, Todd y
compañía tienen preso a Jesse cocinando para ellos, por lo que tendrá aún más
motivos para hacer limpieza a los neo-nazis. Porque si él no cocina, no cocina
nadie.
A
continuación llegamos justo a la parte que se mostró por aquel comienzo del
5x01, cuando es su cumpleaños y tiene un gran arma para cargarse a todos los
que se han puesto por en medio. Que también conecta con la escena del 5x09
cuando coge el ricino que usará hábilmente de su antigua casa, destrozada,
donde muestran una de las escenas del piloto que dio comienzo a todo, para que
veamos la evolución de Walter White y como si culparan de la idea de la metanfetamina
a Hank. Es magnífico cómo quieren plasmar siempre el cambio que ha tenido Walt
desde el inicio de la serie hasta ahora, y como han acabado las cosas en
comparación con el inocente Sr. White profesor de Química sin ninguna emoción
en su vida.
Como
todas las mañanas de los Martes a las 10, se reunían Walt y Lydia en la
cafetería de siempre, Lydia lo sigue haciendo pero ahora con Todd. Y Walt los
pilla y explica una coartada para que le dejen entrar en la guarida de Jack y
acabar con todos. La metilamina de Todd se acaba, y Walter sabe un nuevo método
que tiene más beneficio, cosa que es mentira y tampoco funciona. Pero él sigue
adelante, además de que ha hecho una cosa bastante importante sin darnos cuenta
que veremos casi al final de capítulo. Magistral.
Se
pone manos a la obra para crear una especie de máquina con batería y a control
remoto para disparar la ametralladora que lleva equipada en su maletero, a usar
próximamente.
Pero
antes de ir a acabar con todo y volver al equilibrio de la vida, tiene que
hacer una última despedida a su familia. Para ello nos coloca a Walt detrás de
una columna para que haga su espectacular aparición cuando Skyler termina la
llamada de Marie que avisa de que Walt ha vuelto a la ciudad. Esta conversación
y visita de Walt a Skyler muestra la crueldad que siempre se ha mostrado esta
serie y sobre todo el capítulo anterior. Su familia siempre le ha importado,
pero es la culpa de su depravación y maldad. “Lo hice por mí” “estava vivo”,
palabras que dice claramente a Skyler.
Va
a morir sin el perdón de su hijo y sin ver crecer a su hija. Por sorpresa le da
un regalo a Skyler para que se lo diga a la DEA, que le de el papel de las
coordenadas donde están enterrados Hank y Steve y deja bien claro que no lo
dejará pasar y que irá a por ellos.
La
última parte del capítulo con duración de unos 15 minutos que marca la recta
final, toda seguida y sin descanso, con una escena excelentemente plasmada que
nos pone el corazón a cien cuando vemos al Walt intentando coger de nuevo las
llaves que le quitaron cuando le cachearon al entrar a la guarida de Jack, que
además le traen a Jesse y lo vea una vez más. Para pulsar el botón y hacer
limpieza abriéndose el maletero del coche y la ametralladora empiece a
funcionar. Un último abrazo le da Walt a Jesse como perdón para salvarle de los
tiros que están a punto de llegar, todos mueren en el momento, menos Todd que
no le llega ni un tiro y Jack, que está casi muerto. Y para sorpresa, a Walter
le ha alcanzado una bala… Jesse no se lo piensa ni un segundo, ahoga a Todd para
llevar su venganza a cabo después de todo lo que le ha hecho sufrir. Mientras
tanto Walter apunta a Jack que quiere dar una última calada y le dice que no
sabe dónde se encuentra su dinero, pero no se lo piensa dos veces y lo remata,
saltando la sangre a la cámara. A Walt ya no le interesa el dinero, y ni le ha
dejado terminar la frase a Jack, igual que le hizo a Hank, una venganza bien
plasmada y llevada a cabo de una manera espectacular de lo que no esperas nada.
A
continuación no nos imaginábamos lo que iba pasar. Walter le da el arma a Jesse
para que lo mate, quiere que lo haga, pero Jesse se fija bien en su herida, y
como bien dice “Entonces hazlo tú mismo”. ¿Qué mejor que Walter White mate a
Heisenberg?
En ese momento llama Lydia a Todd y se pone Walt diciéndole
que le puso ricina en
el té que se tomó por la
mañana en el Stevia que pide. Dejando bien claro que con el producto de
Heisenberg, si no está él, que no se haga, y para ello hay que acabar con
todos.
Para
cerrar y para guardar en el recuerdo queda esa despedida sin palabras de Walter
y Jesse. Porque una mirada expresa más que mil palabras, y como de si un
western se tratara, Jesse se va rabiado de que Heisenberg no volverá nunca más
a su vida, contento por ser libre de nuevo, pero apenado por su inminente
muerte.
Un
final apoteósico, bien llevado a cabo y coherente, con una narrativa
magníficamente plasmada que te hace saltar las lágrimas como me ha pasado a mí,
que aún no me creía que estaba terminando, le quedaba un minuto y aún no lo
asimilaba.
En
la última escena se ve a Walt mirando el laboratorio pensando por todo lo que
ha pasado por la culpa de la meta, y ¿Qué mejor sitio que morir tiene Walter?
Pues el mismo sitio donde se creó a Heisenberg, con tema de fondo “Baby Blue” y
la policia entrando al lugar con Walter White, que yace en el suelo.
Trágico,
pero final feliz, donde ya Heisenberg ha muerto, matado por el propio Walter
White. FeLiNa significa hierro, litio y sodio. Algo así como Sangre, lágrimas y
metanfetamina. Así cierra una de las mejores series de la historia, por no
decir la mejor, con permiso de The Wire, Los Soprano…
¿Llegó Jesse a vivir en paz y vivir de nuevo? ¿La serie
termina con un final feliz? ¿Tenéis
ganas del spin-off de Breaking Bad, “Better call saul” para ampliar la
historia?
Vosotros
decidís, lectores.
Sólo
me queda decir, gracias Vince Gilligan por crear una serie así, por hacerla
posible, gracias a Bryan Cranston por darnos a uno de los mejores personajes
que se han podido ver, gracias Jesse Pinkman por conmovernos, gracias a todos
los directores, demás guionistas, productores y compañía que han participado.
GRACIAS
BREAKING BAD.
TE
ECHAREMOS DE MENOS.
Por Chus HardRock
Es ese regustillo agridulce que te queda al ver algo que será difícil repetir. Una experiencia única y una serie magnífica, en la que cuidaban cada detalle. Tratada con mucho mimo, con una gran dirección y guion, y unos actores que se merecen todo. La banda sonora, y no solo las canciones si no también el tratamiento del sonido siempre para ayudar a crear tensión... Y podría estar así horas...
ResponderEliminarUn saludo!