HOMELAND - 3x07 - Gerontion

Un ser prematuramente viejo, que se deshace en sus quehaceres y se entretiene en nimiedades. Mayor, desmemoriado, sin gran capacidad de asombro y pululante.

Gerontion es un capítulo que muestra hacia dónde se ha dirigido Homeland en esta temporada. Ni T. S. Elliot acierta tanto con su envejecido hombre en su poema.

El tridente espía sigue formado por los mismos: Saul, Carrie Quinn; y la ayuda sigue viniendo de los mismos: Fara y Dar Adal. Los primeros siguen intactos, con pocos matices. Los segundos aparecen con cuentagotas y sin más discurso que el del relleno. Los antagonistas, más previsibles que nunca, firman una temporada sin criterio ni sustancia. El próximo director de la CIA arremete contra los métodos de Saul y es sorprendido por el dúo de la vieja escuela. Por su parte, Javadi, se deja llevar sin mucha resistencia para trabajar bajo las órdenes de Saul de vuelta en Irán.

Sinceramente, no sabemos hacia dónde se dirige la trama principal, pero creemos que están experimentando sobre la marcha, y eso no gusta mucho por el lado de la audiencia. En este capítulo no hay más desarrollos que la historia de espionaje, aunque se intercalan planos con la problemática conyugal entre Saul y su mujer, quien parece esconder algo tan aburrido como evidente. Sólo queda esperar que el amante de esa mujer sea algún infiltrado o consiga un papel relevante (aunque no parece ni de lejos).

El único que sigue con el rigor del comienzo es el pobre Quinn, que vuelve a interpretar otro momento con el que nos identificamos muchos. Hace unos capítulos lo veíamos dudar de las intenciones de Saul, incluso alucinar con el modo como resolvían la salida de Carrie del psiquiátrico. Esta vez, el pobre soldadito, más inteligente y prudente que muchos, agacha las orejas y parece decirnos: "si esto sigue por donde me parece a mí, no contéis conmigo". Quinn ha de cargar con los asesinatos de Javadi por mantener en secreto la operación de la CIA, y aprende una lección de un policía local, la de si merece la pena el trabajo de ocultación a cambio de tantos daños colaterales.

Más que daños, la serie sufre achaques, los propios de un octogenario o los de un geriátrico, de ahí el título. Y es que Elliot tenía razón con su "Gerontion", aunque las referencias culturales sobre literatura universal le vengan grandes a una serie que últimamente no sabe hilvanar un guión poco solvente.

Por Javier Moreno